Basílica de Estrela

En 1760, la princesa heredera D. Maria Francisca, futura reina D. Maria I, hizo un voto en el día de su boda de que en el caso de tener un hijo varón, que vino a nacer en 1761, procederia a la construcción de un convento para las religiosas Carmelitas Descalzas.

En 1777, después de la muerte de D. José I, D. Maria I escogió el lugar conocido por Casal de la Estrela, propiedad de la casa del Infantado, para la construcción de la basílica y llamó Mateus Vicente de Oliveira para proyectarlo, cuyo plano fue aprobado en 1779.
Despues, en Marzo de 1785, con la muerte de Mateus Vicente, Reinaldo Manuel introdujo algunas alteraciones en el proyecto de su antecesor, y de una iglesia que inicialmente se presentaba sobria y simples resultó un edifício más elaborado y ornamentado a la semejanza del Convento de Mafra. 

Es una de las más brillantes realizaciones del barroco tardío, con inclusión de elementos ya neoclásicos. La Basílica de «Estrela» es el propio panteón de D. María I, la única reina de la Dinastía de Bragança, que no está sepultada en el Monasterio de S.Vicente de Fora.