Sé de Lisboa
Información
A lo largo de la Edad Moderna, el edificio se vio enriquecido arquitectónica y artísticamente, como testifica la sacristía de mediados del siglo XVII. Pero gran parte de estas obras fue suprimida en las dos campañas de restauración de la primera mitad del siglo XX, cuyo objetivo fue la restitución de la atmósfera medieval en todo el conjunto.
En la Capilla de Santo Ildefonso puede verse el sarcófago del siglo XIV de Lopo Fernandes Pacheco, compañero de armas de D. Afonso IV, y de su esposa Maria Vilalobos. El túmulo está esculpido con la figura barbuda del noble, de espada en la mano, y de la esposa, con un libro de oraciones y los perros sentados a sus pies. En la capilla adyacente están los túmulos de D. Afonso IV y de la esposa Dª Beatriz.
El claustro gótico, al que se llega por la tercera capilla de los nichos, tiene elegantes arcos dobles, con bellos capiteles esculpidos. Una de las capillas aún exhibe un portón de hierro forjado del siglo XIII. En los Claustros, las excavaciones arqueológicas revelaron vestigios romanos y otros.
A la izquierda de la entrada la capilla franciscana, se sitúa la pía donde el santo fue bautizado en 1195, y está decorada con azulejos, con una imagen de Sto. Antonio rezando a los peces. En la capilla adyacente existe un Portal de Belén barroco hecho de corcho, madera y terracota de Machado de Castro.
El tesoro se encuentra en la cumbre de la escalinata. a la derecha. Abriga una variada colección de platas, trajes eclesiásticos, estatuas, manuscritos iluminados y reliquias asociadas a S. Vicente.
La pieza más preciosa de la catedral es el cofre que contiene los restos mortales del santo, traidos, desde el Cabo de S. Vicente a Lisboa, en 1173. La leyenda dice que dos cuervos sagrados mantuvieron una vigilia permanente sobre el barco que trasportaba las reliquias, Los cuervos y el barco se convirtieron en el símbolo de la ciudad de Lisboa. Se dice también que los descendientes de los dos cuervos originales vivían en los claustros de la catedral.